miércoles, 12 de noviembre de 2003

Español de México. Los escritos que hemos llamado “El diccionario” tienen como fin, mediante un breve análisis del español mexicano, dar a conocer nuestra forma de pensamiento. No sé si algún no mexicano se topó alguna vez con libros como los de Paco Ignacio Taibo II o películas como la de “Amores Perros” y le resultó un tanto incomprensible, o en mi caso, leí algo de un escritor argentino apellidado Puig y no entendí algunas cosas. Se me ocurrió la idea de escribir un blog que sirviera de puente cultural a través de revisar giros idiomáticos. El español mexicano depende del contexto, una palabra como güey, puede dar aliento o ser ofensiva y los albures igual; imagina, las palabrotas y los albures se aprenden durante la pubertad, es un asunto “machito” , “las niñas no entran al club” y todas esas cosas que sirven para reafirmar el estatus“hombre” a esa edad ¬_________¬ . Crecemos y hay quien hasta escriba literatura y comedia con aquellos recuerdos del lenguaje y todo su juego de doble sentido que en ocasiones, ni hablar, usamos como instrumento de agresión…Sí, todo depende de dónde y porqué sueltes la palabrota, que no es lo mismo oírla del casero que de un comediante, ¿Me entiendes? En fin, el experimento, en lo que cabe, funciona bien: retrata nuestra sicología. Espero sugerencias y criticas, en los comentarios para Arevalho:

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