sábado, 3 de septiembre de 2011

El sustituto

"El Viajero Oscuro no vino en esta ocasión a posar para mí, envió a un asistente en lugar suyo. Sí, es cierto, ambos seres son idénticos, como sí fueran gemelos o clones. Sí, los dos tienen apéndices con ventosas - porque muy probablemente desciendan de entidades marinas - y los dos poseen monstruosos ojos compuestos en los que se congelaron imágenes vistas en otros mundos; sí, la bestia del abismo que me gusta plasmar en mis lienzos sigue ahí, inalterada, sin embargo, la sombra que el sustituto proyecta en mi mente es distinta a la que su amo solía reflejar; no tengo duda, ahora que conozco a dos especímenes de la misma raza, sé que el que está frente a mí considera que soy su cena, y por eso babea. Debo" (sic).

Nota.
El manuscrito se interrumpe y no continúa.

6 comentarios:

  1. Como fuente de inspiración, los monstruos del género son peligrosos.

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  2. Vaya, este texto me recuerda, no sé por qué, a las entradas de H.P. Lovecraft y esa fascinación casi obsesiva por los seres del mar llegados desde inimaginables galaxias. ¿Es tuyo?

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  3. Es mío, pero todo este tipo relatos tendrá siempre su origen en la obra de Lovecraft. Misterio resuelto, el monstruo procede a devorarme...

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  4. Excelente cuento, y es que los monstruos de mar están salados; así que se entiende su resentimiento contra el humano.

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  5. Sí, y también hay humanos de carne, de dulce y de mole

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