
He leído mucho en internet acerca de la experiencia de la primera vez, y he notado que no fue igual para nadie: Algunas personas dieron el paso por casualidad; otras, fueron invitadas. Unos iban solos; otros acompañados, y no podíamos faltar: los despistados que ni siquiera supimos como pasó. He aquí mi historia para que entiendas de lo qué estoy hablando:
Recuerdo que ese día el aburrimiento pesaba sobre mi humanidad como una cortina de plomo; era como si el aire se hubiera tornado pastoso, o como si caminara con medio cuerpo sumergido en arenas movedizas. La gente platicaba, se reía, se movía y tal vez, hasta pensaba en cámara lenta. Quise averiguar qué aspecto tendría, en la circunstancia que describo, la chica más guapa que frecuentaba el lugar.

Al mirarla de repente, ella me pareció ser una acechante y descomunal planta carnívora. Yo, para escapar de tan aterradora visión, tecleé en la computadora la frase: "LO QUE SEA" de tal suerte que apareció en el resultado de una búsqueda la página titulada
Maldita Sea Desperdicié Mi Vida del bloguero
Javier.
Me sumergí en el sitio sin saber que se trataba de un blog. Visité las secciones del web log: en una había una letra que hablaba de un mono de hojalata , que cuando se le acababan las pilas era posible entender la letra de las canciones de cierto cantante. (mejor que oír al cantante en vivo).
Pasaron meses y un día otra vez ese antiguo malestar en el que todo era lento: el reloj de la pared, las burbujas en el refresco, las ideas en las personas, hasta las malditas computadoras. Y de nuevo quise saber de la chica más guapa que frecuentaba el lugar y al buscarla con la mirada, la descubrí de nuevo convirtiéndose en planta carnívora, pero más grande aún; y ante tal pesadilla, nuevamente huí:
Esa tarde la palabra mágica para abrir la puerta de escape fue:
"Pendejadas". Apareció una lista de páginas en las que destacaba una que no recuerdo cuál era su nombre. Era la del bloguero
Fest, El Árbol de los Mil Nombres,
quien nunca ha escrito tonterías, de hecho, es genial. Ahí fue donde tuve por primera vez la conciencia de encontrarme en un blog. ¿Qué había ahí en el Árbol? Pues cuentos, diálogos del tag chat transcritos y convertidos en post; más cuentos, un conato de novela (creo que
Fest ya la terminó y publicó en papel, debo adquirir algún ejemplar).
Me inicié como bloguero echando a andar el Apuntes de Arevalo, con la intención de escribir ahí de vez en vez, pues que bueno es. ( Este Arévalo es sin acento ). Al igual que miles más, también quise usar los tagboard de los blogs como chat y mil barbaridades por el estilo, hasta que alguien no me dijo: ¿Oye, porqué no sacas tú blog?
Así fue mi primera vez en la blogósfera
¿cómo fue la tuya?